domingo, 15 de junio de 2008

ANTES DE DELINQUIR PREFIERO RENUNCIAR: EUDALDO CHAVEZ MOLINA

desde hace más de 25 años se ha dedicado a servir en la administración pública, ocupando cargos también en varios municipios de la región del camino real, responsabilidades que ha combinado con el nombramiento de Cronista Vitalicio de la Ciudad, sin que reciba hasta hoy ni un centavo por esta encomienda

Fernando KUK CAAMAL
TENABO.- Antes de tolerar algún hecho de corrupción que ponga en desprestigio la imagen del municipio y tipifique presuntos delitos en el desvío del presupuesto, primero pensaría en deslindarme de la administración municipal, porque no quiero ser tapadera de ningún funcionario público, afirmó Eudaldo Chávez Molina quien actualmente desempeña el cargo de director de comunicación social de la comuna.-
Entrevistado por EL SUR de Campeche, el también cronista vitalicio, señaló que desde hace más de 25 años se ha dedicado a servir en la administración pública, ocupando cargos también en varios municipios de la región del camino real, responsabilidades que ha combinado con el nombramiento de Cronista Vitalicio de la Ciudad, sin que reciba hasta hoy ni un centavo por esta encomienda, pero que ha realizado sus crónicas con responsabilidad y por el amor que le tiene a Tenabo.

Actualmente dijo que tiene terminado un trabajo de investigación relacionado con la historia de Tenabo, y para su publicación busca patrocinadores, recientemente sus trabajos poéticos forman parte del libro titulado “Antología de Poetas del Camino Real” que recientemente se presentó en la Feria del Libro y Arte Universitario organizado por la Universidad Autónoma de Campeche.

En la actual administración inició su labor como funcionario público en la Dirección del Archivo Municipal, hasta que los movimientos de directores de la comuna, aceptó la Dirección de Comunicación Social, cargo al que se había negado a dirigir en el comienzo de este trienio, pero que según dijo por el bien de Tenabo, optò por aceptarlo.

Al respecto afirmó que antes de tolerar algún hecho de corrupción que tienda al desprestigio del municipio, en detrimento de su imagen y de la mía propia, primero pensaría en deslindarme de la administración pública, y quedarme con la encomienda que por aprobación del cabildo ostentó desde hace varias décadas, pero no seré tapadera de ningún funcionario público.

Ratificò que la administración pública es una gran responsabilidad que no puede estar en manos titubeantes ni infantiles, no deja tiempo para el ocio y los placeres, ni el poder municipal debe estar sujeto a impulsos caprichosos o amores clandestinos, que denigran la buena marcha de toda administración. Por lo tanto cumpliré con mis obligaciones como lo vienen haciendo los demás funcionarios de la administración, en tanto no se susciten actos de corrupción que me obliguen a deslindarme de mi actual cargo.