sábado, 13 de marzo de 2010

Carta abierta


A mis amigos, justicia y gracia;
Para los demás, la ley en seco.

Lic. Enrique Escalante Arceo
Secretario de Desarrollo Industrial
y Comercial.
A la opinión pública.

A través de este medio, ya que no pude hacerlo de forma personal, por mucho que insistí; quiero manifestarle mi repudio, mi enojo e impotencia de no poder haber hecho nada a favor de los trabajadores que, no les entregué lo que con legalidad merecen.
No estoy de acuerdo con su política de puertas cerradas, qué puedo hacer. Como ciudadano creo haber tenido el derecho de que usted me recibiera para poder plantearle mi situación jurídica ante el Fondo Campeche.
Reconozco que me recibió un representante de nombre Marco Tulio Cisneros, quien después de exponerle mi situación, le pedí la posibilidad de un convenio. Días después me respondió que habría que pagar; es la ley.
Busqué por otras instancias, me dijeron que sí, aunque no hubo el cuando. Hace tres días (viernes 5 de sept.) vino una representante del Tribunal Superior de Justicia y su par, de Fondo Campeche, con el fin de realizar la ejecutoria de las sentencia ordenada por la juez correspondiente.
Pueden venir por la maquinaria, es la ley. Lo malo es que tienen dos libritos para juzgar. Yo no he cometido ningún delito, soy un empresario como todos lo que se atreven a competir, que corren el riesgo de ganar o perder. Yo no perdí me robaron y consta en un expediente que ya tiene cuatro años, y hasta hace unos días pudieron cumplir una orden de aprehensión que ya tenía tres años de ser librada.
He visto del propio ejecutivo decir a los campesinos que paguen lo que deben, es la ley. No la ley que le da préstamos a los “compas” que pueden disfrutar del 2 % sobre nómina. No a esos que les dan préstamo sobre préstamo para poder pagar y que muchas veces se va a fondo perdido. A los amigos justicia y gracia.
Yo le conozco, le conozco bien, Don Enrique, porque primero conocí a sus padres. Usted recibió buenos estudios, lo mandaron a Europa para terminar estudios superiores. Supongo que con dinero de su padre, pero proveniente del pueblo, porque el siempre fue funcionario público. Usted también.
Yo tengo un hermano que también tiene estudios superiores, es penalista, de los mejores; por esfuerzo propio.
Los estudios de usted, Licenciado Escalante, no garantiza sus conocimientos. Y su posición tampoco lo hace justo y solidario.
Un amigo me envió una anécdota que termina con una reflexión que le queda como anillo al dedo; valga la expresión:
La vida exige mucho más comprensión que conocimiento. A veces las personas, por tener un poco más de conocimiento, o “creer” que lo tienen, se sienten con derecho de subestimar a los demás.
San Francisco de Campeche, Campeche, 10 de marzo de 2010.

Roberto Iris Balan.