He leido con detenimiento aunque a destiempo, la nota intitulada: "INAH PROPICIA DESTRUCCION DE PATRIMONIO" en la que incluyen en el periódico al que usted trabaja, la casa numero 52, del centro de Pomuch, del que literalmente indica su informante:
“ Bacab Chan responsabiliza directamente al residente del INAH en Hecelchakán, Luis Sulub Caballero, de las irregularidades que existen en materia de conservación del patrimonio histórico monumental.
En pleno centro de Pomuch —recordó— existe una casa colonial que fue ocupada para establecer la sucursal de una tienda abarrotera yucateca. Este comercio alteró la fachada y la estructura de la construcción, pero el INAH en ningún momento intervino para detener la obra…”
En dicho fragmento se hacen algunas declaraciones a todas luces equivocadas sobre la situación arquitectónica de la casa ya que este predio fue construido en su totlidad, de mampostería en el año 1952 ( se tienen documentos probatorios al respecto) por lo que este predio en sí, no se encuentra catalogado por el INAH como construcción de valor histórico mucho menos colonial, ya que ahí justamente antes de construirse la casa derruida se encontraba solamente una pequeña casa de paja que finalmente fue sustituida por la construcción que hace unos meses fue derruida. Ruego encarecidamente pueda hacer esta aclaración ya que si, efectivamente ahí se encontró una casa de mampostería, la característica arquitectónica de la misma es de carácter vernáculo, y no colonial tal y como asegura su informante.
Con afecto, le envío un saludo.
Mtro. . Lázaro Tuz Chi
Propietario del inmueble en cuestión
1 comentario:
Bien se puede dar cuenta como es que dios hace justicia por su propia mano y que frustante puede ser cuando se las cobra y mas cuando la gente habla sin darse cuenta, verdad Srñ... Lazaro??? Cuando unos pocos pueden ser mas que tu??? Espero que pueda leer esto que dios lo vendiga y le de mas de lo que ya le dio que tenga un exelente dia y no olvide que solo el castiga y hojala que nadie le tenga lastima en su vida y en su andar predicando, que de nada le sirve su tanto cerebro, que para comerse los unos a los otros no se necesita mucho adios y suerte
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